LA POBREZA FACTOR QUE
AFECTA EL APRENDIZAJE DE LOS NIÑOS
Bueno
primero empezaremos aclarando que significa pobreza. La pobreza es una situación o forma de vida que surge como producto de la
imposibilidad de acceso o carencia de los recursos para satisfacer las
necesidades básicas humanas tales como la alimentación, la vivienda, la educación.
También se suelen considerar el desempleo, la
falta de ingresos o un nivel bajo de los mismos. Pero que tiene que ver con la educación
siendo esta “gratuita” que al vivir en condiciones de pobreza presentan deficiencias en su desarrollo, en
muchas ocasiones exacerbadas por los déficits nutricionales, y aunque no exista
desnutrición, presentan una disminución de sus capacidades intelectuales, lo
que posteriormente va a afectar negativamente el proceso de aprendizaje.
Se
han realizado algunas realizaron publicaciones en el campo de la nutrición y el
desarrollo mental, enfatizando que las pobres condiciones ambientales aumentan
las posibilidades de los niños de puntuar a niveles más bajos en pruebas de
inteligencia que aquéllos de ambientes no pobres, independientemente de la
presencia de un episodio previo de malnutrición clínica severa
Una
revisión de estudios argentinos publicados en los últimos cinco años muestra
que un déficit nutricional en los primeros años de vida influye en las
funciones cognitivas, motrices y sociales, ya que impacta a corto y largo plazo
en el desarrollo del sistema nervioso.
LAS
HABILIDADES COGNITIVAS SIMULTÁNEAS Y SECUENCIALES
Las
habilidades cognitivas aluden a las distintas capacidades intelectuales
que demuestran los individuos al hacer algo. También aquellas cualidades o
rasgos característicos de una persona que están presentes al momento de
realizar una tarea mental y que corresponde al desarrollo -por entrenamiento o
práctica- de las capacidades potenciales del individuo. Estas habilidades son
múltiples y derivan del modo en cómo el niño codifi ca, procesa y responde a
los estímulos externos e internos. Dichas habilidades están sostenidas por
estructuras cerebrales y sistemas funcionales.
Las
habilidades simultáneas implican un manejo de la información desde dimensiones
espaciales, por lo que involucran procesos cognitivos de percepción,
categorización y síntesis. En tanto, las habilidades secuenciales recurren a la
percepción de estímulos presentados en secuencia, una captación de la
información en un orden lineal y la ejecución de acciones en un orden
específico, las habilidades cognitivas simultáneas están asociadas a los
aspectos globales del hemisferio cerebral derecho, tal como lo plantea Cohen,
G. (1972). las habilidades secuenciales están estrechamente relacionadas al
funcionamiento del hemisferio cerebral izquierdo, caracterizado por un
procesamiento asociativo, analítico, temporal.
En
el ámbito escolar, las habilidades cognitivas simultáneas están implicadas en
el reconocimiento de números y letras, en la interpretación de ilustraciones o
estímulos visuales (mapas, por ejemplo), en resumir y comparar, en comprender
principios científicos y participar en tareas complejas como la lectura y la
aritmética.
Las
habilidades secuenciales están muy relacionadas con la memorización de hechos,
listas ortográfi cas de palabras y
asociaciones entre letras y su sonido correspondiente. Las habilidades
secuenciales participan en tareas complejas como la lectura y en operaciones de
cálculo, como la
multiplicación.
MÉTODO
Se
trató de un estudio descriptivo, no experimental, comparativo transversal
(Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio, 1998) por el cual se
compararon dos grupos de niños prescolares según diagnóstico nutricional, sexo
y niveles de pobreza.
Participantes
La
muestra intencional incluyó a 283 niños (149 mujeres y 134 varones), con y sin
diagnóstico de desnutrición, de 3 a 5 años asistentes a control pediátrico a
Centros de Atención Primaria de la Salud (CAPS) de la zona sur de la ciudad de
San Miguel de Tucumán (Argentina).
1.
Batería de Evaluación de Kaufman para niños (KABC).
Se
trata de una batería cognitiva, sustentada en la convergencia de diferentes
modelos cognitivos (Neisser, 1979) y neuropsicológicos (Das, Kirby y Jarma,
1979; Luria, 1966, 1973, 2003/1976). Su fundamento es la concepción dicotómica
del procesamiento de la información – secuencial y simultáneo-. La
inteligencia, tal como es medida por el K-ABC, se defi ne como el estilo
individual
de
resolver problemas o procesar la información. El material de la batería es
novedoso, funcional y
permite
mantener el interés, sobre todo en los niños más pequeños. Las tareas son muy
originales (por ejemplo, Ventana Mágica o Memoria Espacial). El papel del
lenguaje en las consignas es mínimo ya que en ciertas pruebas las instrucciones
son verbales o gestuales (como en Movimiento de Manos).
Las
pruebas a administrar a la edad de 3 a 5 años son las siguientes:
2.
Encuesta sociodemográfi ca: elaborada para recabar datos relacionados con el
grupo familiar del niño, aspectos nutricionales y las experiencias cotidianas
de éste vinculadas a la socialización. Dicha encuesta constó de cuatro
apartados: a) datos personales del niño; b) grupo familiar: tipo de familia,
número de hermanos, número de personas que integran el grupo familiar,
educación y
ocupación
de padres y/o cuidadores; c) situación nutricional: diagnóstico nutricional,
edad inicio del cuadro de desnutrición, frecuencia de controles pediátricos,
aportes nutricionales, asistencia a comedores comunitarios; y d) tipo de
experiencias cotidianas del niño: actividades lúdicas,
frecuencia
de juegos con pares y/o adultos y tipo de fi gura familiar responsable del
cuidado del niño.
RESULTADOS
Los
resultados se presentan en función de las distintas variables: diagnóstico
nutricional, sexo y niveles de pobreza, respecto a cada grupo de edad. En el
grupo de 3 años, no se encontraron diferencias estadísticamente significativas
entre los vectores de las medias de los grupos respecto al diagnóstico
nutricional
(Lambda
de Wilks = 0.99, F (3,85) = 0.17, p > 0.05), al género (Lambda
de Wilks = 0.98, F (3, 85) = 0.45, p > 0.05) y a los niveles
de pobreza (Lambda de Wilks = 0.94, F (3, 85) = 1.57, p >
0.05).
Asimismo,
no se observó interacción entre el diagnóstico nutricional, el género y el nivel
socioeconómico en conjunto, ya que se encontró que la variabilidad total se
debió fundamentalmente a la variabilidad dentro de los grupos
(Lambda
de Wilks = 1, F (0, 86) = 0, ns).
Idénticas
tendencias se observaron en el grupo de niños de 4 años en todas las variables
analizadas
(diagnóstico
nutricional: Lambda de Wilks = 0.96, F (3,81) = 0.99, p >
0.05; sexo: Lambda de Wilks = 0.99, F (3, 81) = 0.07, p > 0.05
y niveles de NES bajo: Lambda de Wilks = 0.94, F (3, 81) = 1.66, p >
0.05).
En
el grupo de 5 años, se encontraron diferencias estadísticamente significativas
al 6% respecto a los niveles de pobreza (Lambda de Wilks = 0.92, F (3,
88) = 2,52, p > 0.05), aunque estas diferencias no fueron
estadísticamente significativas en las variables diagnóstico nutricional y
género
(diagnóstico nutricional: Lambda de Wilks = 0.93, F (3, 88) = 1.88, p
> 0.05; género: Lambda de Wilks = 0.96, F (3, 88) = 1.03, p >
0.05).
Los
contrastes univariados (ANOVA), respecto a los niveles de pobreza, arrojaron
diferencias estadísticas en las habilidades cognitivas secuenciales (F (1,
83) = 4,94, p < 0.05) de los niños de 4 años. Los niños de menor
pobreza (M = 12.75, DE = 0,74) puntuaban más alto en la Escala de
Procesamiento Secuencial del K-ABC que los de mayor pobreza (M = 10,66, DE
= 0,57). Estas diferencias estadísticas también se registraron en el grupo
de niños de 5 años, en las habilidades cognitivas secuenciales (F (1,
90) = 4,10, p < 0.05).
El
grupo de 3 años no registró diferencias estadísticas significativas (véase
Tabla 1).
Cabe
destacar que en los análisis multivariados descritos no se consideró como
factor de análisis la variable edad, ya que el K-ABC incluye diferentes tests
según el grupo etario al que se aplica.
DISCUSIÓN
Este
trabajo tuvo como objetivo describir las habilidades cognitivas simultáneas y
secuenciales de niños prescolares en situación de pobreza de San Miguel de
Tucumán (Argentina). Los resultados mostraron que los niños desnutridos y no
desnutridos presentaron análogas habilidades cognitivas secuenciales y
simultáneas. En tanto, los niños de cuatro y cinco años con un nivel menor de
pobreza caracterizado por padres con una
escolaridad superior a primario y ocupaciones estables de baja calificación-
manejaban mejor la información de modo seriado y temporal, respecto a sus pares
insertos en contextos de mayor pobreza -padres con un nivel educativo mínimo y
ocupaciones inestables o planes sociales-.
Por otro lado, no se encontraron diferencias estadísticas en las
habilidades cognitivas secuenciales y simultáneas respecto al género de los
niños. Estos resultados son coincidentes por los desarrollados por Riquelme del
Solar (2003) sobre habilidades cognitivas básicas para el cálculo en niños
prescolares. El diagnóstico nutricional no permitió establecer diferencias
estadísticas entre los grupos. La ausencia de diferencias estadísticas pudo
deberse a diversas razones. En todo caso, estos hallazgos plantean la necesidad
de profundizar el estudio del estado nutricional de los niños en situación de
pobreza, ya que la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud destaca la
presencia de una desnutrición oculta o solapada en éste y otros sectores
sociales (Ministerio de Salud y Ambiente de la Nación, 2006).
En
conclusión, el que hayan realizado este estudio mostró que los niños
desnutridos y no desnutridos pertenecientes a contextos de pobreza tenían
habilidades cognitivas simultáneas y secuenciales similares. Sin embargo, se
demostró que a medida en que aumentaban las condiciones de pobreza, eran
menores las habilidades cognitivas. También se encontró que pobreza y
desnutrición se potencian, generando una causalidad recíproca y limitando la
expresión de dichas capacidades. Esto destaca que el fenómeno de la desnutrición
no explica, de modo aislado, las dificultades cognitivas en niños con
privaciones socioeconómicas, ya que la intervención de otros factores de la
pobreza coexiste junto a las carencias nutricionales.
Pobreza >
habilidad cognitiva.
Desnutrición
simultaneas
Ambientes inadecuados secuenciales
Discriminación.
Etc.
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